Las pistas de tierra batida son las más habituales en España, siendo casi una seña de identidad de nuestro tenis. Abundan sobre todo en la mitad sur de la península y en la franja mediterránea, donde el clima es templado y poco lluvioso.
A continuación, detallaremos cuáles son los diferentes materiales que las constituyen, así como el orden de los distintos estratos:
Pista Manolo Santana, "Caja Mágica" |
A continuación, detallaremos cuáles son los diferentes materiales que las constituyen, así como el orden de los distintos estratos:
a) Cuarta capa o caja de drenaje: es la más profunda, y está constituida por grava de entre 12 y 24 milímetros de diámetro. Su función es evacuar el agua rápidamente.
b) Tercera capa: se encuentra sobre la capa anterior y está formada por gravas cerámicas o gravillas con una alta capacidad filtrante, y que proporcionan a la capa superior una retención de humedad homogénea. Su granulometría es más pequeña que la de las gravas inferiores.
c) Segunda capa o pastilla: está integrada por arena caliza molturada (1-2 mm de diámetro) mezclada con ceniza. Esta capa ofrece una buena capacidad de filtrado, pero sobre todo aporta una esponjosidad peculiar a este tipo de pistas.
d) Primera capa: es la más superficial, y está formada por una película de tierra batida roja de entre 5 y 8 milímetros de espesor. La granulometría oscila entre 0,6 y 1,2 milímetros según el clima.
Cata de una pista de tierra batida |
Las líneas que delimitan la pista suelen ser, principalmente, de dos tipos:
1) Segmentos prefabricados de hormigón blanco.
2) Líneas flexibles de PVC (material plástico).
El principal inconveniente de las pistas de tierra batida es la acumulación
de agua con la lluvia excesiva, de ahí que la granulometría de los materiales vaya aumentando con la profundidad para facilitar de este modo el drenaje.
No hay comentarios:
Publicar un comentario